Parásitos intestinales: No es fácil acabar con esos molestos invitados que se instalan en nuestro aparato digestivo sin pedir permiso. Un buen remedio es mezclar el zumo obtenido después de licuar 50 gramos de granos de granada y la misma cantidad de semillas de calabaza pelada. Añade también una ramita de perejil fresco. Toma este batido por la mañana en ayunas a diario.

Un buen tónico cardiaco: La granada es, además, un alimento muy adecuado para mantener sano el corazón. Se trata de un excelente tónico cardiaco que mantiene alejadas las enfermedades cardiovasculares.

Remedio contra pólipos nasales: Un remedio tradicional para tratar los pólipos nasales es el jugo de granada y miel. Desgrana el fruto y licúa los granos. Mezcla el zumo que hayas obtenido con un poco de miel e introduce una gota en cada fosa nasal.

Depurar el organismo: Tanto en zumo como entera, la granada es un excelente depurativo del organismo. Por su efecto diurético, favorece la eliminación de toxinas, depurando los riñones y todo el cuerpo en general. Para obtener un efecto más acentuado, conviene tomarla en ayunas y fuera de las comidas.

Protectora del hígado: La granada contiene unos aminoácidos que resultan muy beneficiosos para el buen funcionamiento del hígado. Si tienes este órgano delicado, come granada con regularidad.

Energía para superar el “bajón” otoñal: La granada es un fruto muy nutritivo. Rica en vitamina B, C y manganeso (es uno de los alimentos más ricos en este mineral), es un excelente revitalizante. Si te cuesta superar esa leve “depre” que suele aparecer en otoño, toma granadas con frecuencia. Te servirán de ayuda.