EL SANO LIMÓN– El limón es un potente desinfectante. Si te has hecho una herida, o te han operado recientemente, conseguirás una rápida cicatrización tomando a diario y en ayunas el zumo de dos limones. Si el limón no te pasa, puedes rebajarlo con agua o tomarlo con cañita. El zumo de limón también puede aplicarse externamente, siempre y cuando se trate de una herida sin importancia, ya que desinfecta y acelera la cicatrización. EL FRESCO EUCATIPTO– Mi abuela solía lavarnos las heridas con agua de eucalipto. Este agua se preparaba añadiendo tres cucharadas de hojas de eucalipto en un…