¿TIENES MARGARITAS A MANO?– Desde tiempos remotos los pétalos de estas bellas flores, a las que tradicionalmente recurren los enamorados para ver si son correspondidos, eran utilizados para hacer un preparado que aliviaba el eccema. Deshojaban cuatro flores de margarita menor (maya) y las ponían a calentar en un litro de agua a fuego lento. Cuando hervía, las retiraban del fuego y las dejaban reposar durante un cuarto de hora. Bebiendo tres tazas al día entre las comidas, la irritación de la piel desaparece como por arte de magia. SAQUITOS DE MENTA– A las abuelas, cuando les aparecía un eccema,…