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Curar las Encías Débiles

Curar las Encías Débiles
Aunque antaño lo de ir al odontólogo no era una práctica, tan habitual como lo está siendo hoy, nuestras abuelas si que detectaban cuando las encías estaban enfermas. Y como todas las dolencias, conviene actuar rápido para que no desarrollen problemas mayores.

FRICCIONES DE LLANTÉN– Ante unas encías inflamadas o sangrantes, nuestras antepasadas tenían claro lo que debían hacer: frotarlas con hojas tiernas de llantén lavadas, al menos dos veces cada día y a conciencia, aunque sin hacer movimientos bruscos. Aparte de €esta hierba, también pueden utilizarse las hojas de salvia bien lavadas.

ENJUAGUES DE TOMILLO Y SAL– También son muy eficaces los enjuagues bucales de una mezcla de tomillo y sal. Se hace la infusión de tomillo con una cucharada de la planta en agua hirviendo y, cuando haya reposado siete minutos, se filtra y se le añade al agua una pizca de sal. Los enjuagues deben hacerse tres veces al día para que sean más efectivos y mantenerlos mientras las encías no recuperen su buena salud.

INFUSIONES DE VERDOLAGA– Otra planta que nuestras abuelas utilizaban para curar las encías débiles era la verdolaga, que tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias y que antaño se consumía como alimento. Se aconseja hacer enjuagues.