LA HIERBA DE LOS TIÑOSOS– La bardana es una planta utilizada desde tiempos inmemorables para tratar toda clase de problemas cutáneos. Por esta razón, recibe popularmente el curioso nombre de “hierba de los tiñosos”. Tres tazas de infusión de bardana al día durante un mes evitará la proliferación de hongos en la piel. Si el problema no se soluciona, descansa una semana y vuelve a empezar.

CATAPLASMAS DE GAYUBA -Cuando alguien de casa estaba aquejado de hongos, mi abuela iba al campo y volvía con una buena provisión de hojas de gayuba. Estas hojas se aplicaban sobre la zona afectada, se fijaban con un esparadrapo y se dejaban durante un par de horas. Estas hojas desinfectan y suaviza la piel y eliminan los hongos.

LAVAR LA ROPA– Las prendas de ropa son un importante vehículo de transmisión de hongos. Mi abuela lavaba la ropa de persona aquejada de hongos (sobre todo los calcetines, en caso de “pie de atleta”, procurando que se secaran bien) con jabón verde y la enjuagaba después con vinagre.