Reduce el presupuesto y gana salud

Si sustituyes las láminas de pasta por rodajas de berenjenas, aparte de ahorrarte unos euros, esta hortaliza ayudará a frenar la absorción de las grasas de la carne o el queso que incorpores en la receta al mismo tiempo que facilitará su digestión.

Mantiene la línea

La berenjena es una hortaliza ligera- una unidad mediana aporta unas 50 Kcal- y muy saciante. Siempre y cuando se cocine con poco aceite, a la plancha, al horno, etc. será tu más firme aliada en la lucha contra los kilos de más.

Colesterol bajo control

Una sola berenjena aporta una cuarta parte de la fibra, un compuesto que reduce la absorción del colesterol en el intestino, que una persona adulta requiere al día. De ahí que sea un alimento esencial en la dieta de las personas con tasas altas de este tipo de grasa en sangre y una hortaliza a tener muy en cuenta a la hora de compensar los excesos propios de las vacaciones.

Fiel centinela del hígado

Los componentes amargos presentes, sobre toso, en la piel y las semillas de la berenjena son los responsables de la acción beneficiosa que ejerce sobre el hígado . Entre otras virtudes, este vegetal previene las piedras en la vesícula y protege frente a los daños causados por el alcohol.

Un buen tónico circulatorio

La piel de la berenjena es un yacimiento de unos pigmentos violáceos, las antocianina, de propiedades cardioprotectoras. Este dato, sumado al alto contenido en potasio de la pulpa, la convierte en un alimento capaz de mejorar el control de la hipertensión y activar la circulación.