Si se te ha quemado la ropa con la plancha: Puedes intentar recuperarla con este antiguo truco que ya utilizaban nuestras abuelas cuando se encontraban con este percance. Consiste en frotar la zona quemada con un terrón de azúcar ligeramente humedecido en agua. A continuación, lava la prenda como hagas normalmente, con agua y jabón. Si la quemadura no ha sido muy profunda, podrás recuperar la prenda.

Malos olores en la nevera: Cuando los malos olores resisten hasta la más energética de las limpiezas, el azúcar te puede echar una mano. Tan sólo tienes que hervir cinco terrones de azúcar en una cucharadita de agua hasta que se convierta en caramelo. Deja que se enfríe y ponlo en la nevera durante un par de días. El azúcar absorberá los olores desagradables y dejará la nevera perfecta.

Conservar el aceite con azúcar: Para conservar el aceite durante más tiempo y evitar que se enrancie, añade una cucharada de azúcar por cada litro de aceite. Guárdalo en un lugar oscuro y seco.

Acuarios sin cal: Podrás eliminar la cal que suele acumularse en el fondo de la pecera frotándola enérgicamente con un terrón de azúcar.