PIEL DE NARANJA– Después de cada comida, mi abuela tenia costumbre de masticar durante largo tiempo un trozo de piel de naranja o de limón. Además de refrescar el aliento, la piel de estos cítricos le aseguraba una buena digestión, sin gases ni inoportunos retortijones. Otra buena idea era añadir piel de limón rallada a sus infusiones digestivas.
LA SANA MANZANA– La manzana es una fruta muy beneficiosa que también nos puede resultar de gran ayuda. Si comes dos o tres manzanas dulces y en su punto (ni muy verdes ni muy maduras) a lo largo del día protegerás tu estómago contra los síntomas de las malas digestiones.
ESPECIAS AROMÁTICAS– Hay un sinfín de condimentos que te ayudarán a hacer la digestión. Si por ejemplo, eres muy amante de lo dulce aromatiza tus postres con un poco de canela. El ajo también resulta muy eficaz. Escalda un diente de ajo pelado en agua hirviendo y añádelo bien machacado a tus comidas Otros condimentos saludables son la albahaca, el jengibre, la menta y la mostaza.