POSOS DEL CAFE– No tires los posos del café que se quedan en la cafetera, ya que pueden ser reutilizados como autobronceadores. Cuando estés en la ducha, frota tu piel húmeda con estos posos durante un par de minutos y conseguirás un beneficio doble. Por un lado realizarás una completa exfoliación, eliminando impurezas y células muertas y, por otro, conseguirás un tono ligeramente dorado.

TÉ NEGRO– EL té negro es otro excelente autobronceador natural. Prepara una infusión fuerte de té negro echando cinco sobrecitos en un litro de agua hirviendo. Añade este preparado al agua de tu baño y sumérgete durante un cuarto de hora. Conseguirás un bonito bronceado de forma gradual.

DIETA MORENA– La alimentación también puede hacer mucho para fijar y prolongar el bronceado. Apúntate a los alimentos ricos en vitamina A -zanahoria, albaricoques, tomate- y vitamina E -levadura de cerveza, huevos…-.