
LA PLANTA SAGRADA– Mi abuela confiaba mucho en las propiedades del espino blanco para las dolencias del corazón. Decía que esta hierba, que ha sido considerada sagrada desde la antigüedad, era el alimento del corazón. Cuando tenia palpitaciones, se tomaba sus dos infusiones de espino. No conviene tomarlo de manera continuada ni concentrada y se debe evitar en caso de bradicardia (ritmo cardiaco lento).
AJO EN EL PLATO– Y como por todos es sabido que el ajo resulta también un excelente “aliño” para el corazón, mi abuela lo incluía más que nunca en su dieta. Además de tomarse un diente crudo por las mañanas, añadía ajo a todos los guisos que podía y hasta preparaba riquísimas sopas, como el “ajo blanco”.
BEBE RAÍZ DE ESPÁRRAGOS– Para las palpitaciones, mi abuela también decía que era muy apropiado tomar una infusión de raíz de espárragos, que dejaba reposar al menos una hora antes de tomar. Evitar en caso de insuficiencia cardiaca y problemas renales.