Salud

Beneficios de las Lentejas Para la Salud

Lentejas
Los griegos y romanos las veneraban, durante la Edad Media calmaron el hambre de los más pobres y, en la actualidad, las lentejas vuelven a ser apreciadas por los mejores gourmet. Además de su buen sabor y fina textura, las lentejas son un remedio terapéutico de gran eficacia.

Vino de lentejas contra el estreñimiento: Las legumbres son ricas en fibra y resultan muy eficaces para regular el tránsito intestinal. Si las preparamos con vino, potenciaremos todavía más este efecto. Pon a cocer 100 gramos de lentejas en medio litro de vino tinto durante quince minutos. Filtra y bebe un vasito del líquido obtenido bien caliente. Toma un vasito diario, después de comer.

Cataplasma contra las paperas: Antiguamente, esta enfermedad se trataba con cataplasmas de lentejas. En primer lugar se molía un puñado de lentejas secas hasta conseguir una harina muy fina (puedes utilizar un molinillo de café). A continuación, se cocía en un poco de agua durante unos 20 minutos, se escurría y, todavía caliente pero que no quemara, se extendía sobre una tela de algodón. Finalmente, se colocaba sobre el cuello, se cubría con un paño y se dejaba actuar durante un par de horas.

El mejor alimento durante la menstruación: Las mujeres que tengan menstruaciones abundantes, deben tomar lentejas con frecuencia. Por su riqueza en hierro, les ayudará a evitar el riesgo de anemia que provoca las pérdidas importantes de sangre.

Menopausia sin problemas: Las lentejas, al igual que muchos otros alimentos, contienen fitoestrógenos (estrógenos de origen natural). Por esta razón, resultan muy beneficiosas para paliar los síntomas típicos de la menopausia (sofocos, hinchazón, dolores, irritabilidad…). Para ello hay que tomar lentejas dos o tres veces a la semana.

Buenas notas en el cole: Un reciente estudio ha revelado que una de las razones por las que los niños y adolescentes tengan problemas con los estudios es por el déficit de hierro en su dieta. Las dietas desequilibradas y la comida rápida son los principales culpables. Si los jóvenes comieran más lentejas, la “mates” dejarían de ser un problema.