Trucos para...

Ayudar el Estado de Quien Sufre Hepatitis

COLES Y ZANAHORIAS– Aparte del mucho reposo que debe seguir el enfermo de hepatitis y del tratamiento farmacológico, mi abuela siempre confiaba en las virtudes del zumo de col, que puede mezclarse a partes iguales con zumo de zanahorias. Tanto la col como la zanahoria son excelentes aliadas del hígado y contribuyen a mejorarlo. Para que estos zumos sean efectivos, conviene beber al menos dos cada día. CAMBRONERA DE LA CHINA– La planta conocida como cambronera de la China, que tradicionalmente se ha dicho que proporciona larga vida, también resulta muy indicada. Mi abuela recomendaba hacer una infusión con unas…

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Acabar con las Flatulencias

LECHE REGADA CON COMINOS– Nuestras abuelas tenían un truco infalible para acabar con las flatulencias: un vaso de leche caliente con sabor a cominos. Ponían a hervir un vaso de leche con una pizca de semillas de esta especia, que ya era muy apreciada en el antiguo Egipto, y lo daban a tomar al “flatulento” tan caliente como pudiera soportarlo. Y es que el comino no sólo alivia la flatulencia y la hinchazón; también estimula todo el proceso digestivo. ANÍS, PERO NO A MENUDO– Nuestras antepasadas también trataban este problema con el apreciado anís. Y no precisamente en infusión, aunque…

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Combatir la Gota

SUDAR A MÁS NO PODER– Mi abuela lo tenía claro cuando su marido llegaba a casa con el dedo gordo del pie rabiando de dolor y de un tono encendido: le hacía que sudara tanto como pudiera. ¿Cómo? Haciendo que se bañara en agua caliente durante un cuarto de hora y luego le hacía irse a la cama bien tapado. Así el cuerpo expulsa el sobrante ácido úrico. PÍNTATE DONDE TE DUELA– La tradición popular también guarda celosamente otro muy buen remedio para combatir la gota: la tintura de acebo, el preparado que se guardaba como oro en paño en…

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Curar las Grietas en los Labios

DE LOS OÍDOS AL CERDO…– Antiguamente se curaban las grietas de forma rápida poniendo sobre ellas una pequeña cantidad de ¡cera de los oídos! Pero para aquellos que tengan reparos en seguir este remedio, pueden utilizar mejor manteca de cerdo o incluso una pizca de mantequilla, que ejercen el mismo poder curativo sobre las grietas, también llamadas tradicionalmente “pupas” de los labios.  TOQUES DE FLORES– Otro remedio muy seguido en los pueblos es la caléndula, una flor tan hermosa como beneficiosa para todos los problemas de la piel. Con sus flores se prepara una tisana que conviene dejar enfriar antes…

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Calmar el Dolor Producido por la Gastritis

EL REMEDIO MÁS DULCE– Nuestras abuelas escondían en su sabiduría un excelente remedio para calmar el dolor que produce la inflamación de la mucosa estomacal: chupar regaliz (abstenerse hipertensos). Así de sencillo. Esta planta tiene efectos antiinflamatorios y, por tanto, calmantes. Además, ¿a quién le amarga un dulce? “Si todos los remedios fueran tan dulces como éste…”, solía decir mi abuela.  REMOLACHA Y ZANAHORIA– Pero como el regaliz no podía hacerlo todo, mi abuela recomendaba que el que padecía gastritis se tomara cada día en ayunas un vaso de zumo de remolacha y de zanahoria a partes iguales. Para que…

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Bajar la Fiebre

LECHE O CEBADA DE PIES A CABEZA– Toma nota: hierve medio litro de agua con 3 o 4 puñaditos de cebada y, con la ayuda de un paño, unta todo el cuerpo del enfermo con este líquido. Si no tienes cebada a mano, recurre, como también hacían nuestros antepasados, a la leche fresca recién ordeñada y aplícala directamente sobre el cuerpo, desde los pies hasta la cabeza. LAVANDA PARA LOS PIES– Otro remedio extremadamente efectivo para la fiebre es masajear los pies con aceite de eucalipto o de lavanda. Y en cuanto tengas controlada la situación de forma externa, da…

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Hacer Desaparecer los Forúnculos

CON LA PIEL… DEL HUEVO DURO– Desde tiempos inmemorables, nuestras abuelas habían curado los forúnculos con algo con lo que parece increíble: la finísima piel que hay entre la cáscara del huevo y la clara. Mi abuela ponía a cocer un huevo y, aún caliente, lo pelaba y con cuidado separaba esta piel o membrana que colocaba enseguida sobre el forúnculo para que no se enfriara demasiado. ALGODONES CALIENTES– Tradicionalmente se ha confiado mucho en este remedio para acabar con los diviesos, pero hay otras maneras que aprovechan mucho más el calor. Es el caso de las infusiones de cola…

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Luchar Contra las Espinas en la Garganta

EL TRUCO DEL HUEVO DURO– Aparte de los trucos de siempre de tragar una miga de pan o un trozo de patata hervida, que pudieran enganchar y arrastrar la espina clavada, mi abuela proponía comer algo más consistente: un huevo duro. Y funcionaba porque después de comer un huevo entero la espina dejaba de molestar. En el caso de que la espina fuera muy rebelde y no quisiera desprenderse, se puede repetir con otro huevo, pero no más. PIES BIEN FRÍOS– Otro truco de mi abuela para luchar contra las espinas clavadas en la garganta era el agua fría. Decía…

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Aliviar Eccema

¿TIENES MARGARITAS A MANO?– Desde tiempos remotos los pétalos de estas bellas flores, a las que tradicionalmente recurren los enamorados para ver si son correspondidos, eran utilizados para hacer un preparado que aliviaba el eccema. Deshojaban cuatro flores de margarita menor (maya) y las ponían a calentar en un litro de agua a fuego lento. Cuando hervía, las retiraban del fuego y las dejaban reposar durante un cuarto de hora. Bebiendo tres tazas al día entre las comidas, la irritación de la piel desaparece como por arte de magia.  SAQUITOS DE MENTA– A las abuelas, cuando les aparecía un eccema,…

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Combatir los Esguinces

LA CATAPTASMA DE LA ABUELA– Nuestras abuelas sabían que la patata ayudaba a combatir las molestias producidas por los esguinces. Ponían a hervir dos o tres patatas (dependiendo del tamaño), las chafaban rápidamente y,una vez tibias, las colocaban en forma de cataplasmas durante al menos una hora. La desinflamación del pie estaba, entonces, asegurada. ROMERO EN LA PIEL– Abuela también reconocía las propiedades del popular romero para mitigar el dolor y la inflamación que siguen al esguince. Calentaba durante dos minutos un puñado de hojas secas de romero y las colocaba en forma de emplasto sobre la articulación afectada. Lo…

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